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domingo, 25 de agosto de 2019

Notitas


En aquel momento estar en la cárcel era distinto. A la cárcel iban todos los guerreros cuando terminaba una contienda a cumplir la condena de valor que había impuesto el Rey que cambió nuestra existencia. Hacía poco había terminado la guerra más grande que tuvo la Argentina y dentro del pabellón 4 del penal de Rauch nos encontrábamos los soldados díscolos que habíamos llevado la batalla al desenlace.